¿Vive usted con un cónyuge alcohólico o una pareja alcohólica?
¿Se relaciona usted con alguien cuya bebida le molesta? ¿Cómo le hace frente a una relación íntima que está afectada por el alcoholismo? Vivir con un cónyuge, una pareja o un/a compañero/a que muestra un problema con la bebida puede tener efectos devastadores en nuestro bienestar emocional, en nuestras relaciones personales, en nuestra vida profesional y a veces hasta en nuestra salud física.
El asistir a reuniones de Grupos de Familia Al-Anon podría brindarle el apoyo y los instrumentos necesarios para luchar con los efectos del alcoholismo en relaciones importantes.
Mi confusión se despejó
Llegué a Al‑Anon enojada, herida y confundida, porque yo era capaz de manejar una carrera, pero parecía fallar
Al-Anon salvó mi vida
Antes de llegar a Al‑Anon, vivía con mucho miedo. Algunas veces me apagaba cuando una situación me hacía
Valor para crecer
Cuando llegué por primera vez a las salas de reunión de Al‑Anon, estaba profundamente desesperada. El alcoholismo de
Tengo una vida asombrosa
Recientemente me había separado de mi esposo. Él tenía un problema con la bebida que estaba tratando de
Hice una llamada telefónica desesperada
Puedo recordar escabullirme hacia el garaje una noche de invierno para revisar el sujetador de vasos y el
Es elemental
No hubo un alcohólico activo en mi vida durante más de 35 años, pero sucedió un evento de
Llegando lejos con un poco de sabiduría
Soy una mujer de 61 años, pero mi tiempo en Al‑Anon es corto, solo 10 meses, por lo
La esperanza me mantuvo en marcha
Cuando vine por primera vez a Al‑Anon, supe que estaba en el lugar correcto al escuchar la Bienvenida
Uno a la vez
Encontré mi camino hacia Al‑Anon cuando acepté que mi vida era incontrolable debido al abuso de alcohol y
Espíritus afines
En mi primera reunión de Al‑Anon había 20 mujeres y ningún hombre, lo que confirmó para mí que
Porque yo seguí viniendo
Antes de Al‑Anon, yo no era feliz. Juzgaba a todo el mundo en mi hogar. Mi esposo tenía
Calma donde solo había ansiedad
Llegué a Al‑Anon poco tiempo después de que mi esposo y yo cumpliéramos diez años de casados. Lo